Las campañas monotemáticas confunden a la población sobre la moralidad del uso de animales

Las campañas monotemáticas validan la explotación animal dando a entender que ciertas formas de explotación animal son peores que otras. Consecuentemente, envían el mensaje a la población de que ciertas formas de explotación «son más aceptables».

Ninguna forma de explotación animal es aceptable. Todas son injustas.

La lana no es más aceptable que el visón.

La carne no es más aceptable que la leche.

El foie gras no es más aceptable que el queso.

Los huevos no son más aceptables que cualquier otro producto de origen animal.

La tauromaquia no es peor que el consumo de productos de origen animal.

Dejemos de crear diferencias donde no las hay.
Dejemos de confundir a la población.

Las campañas monotemáticas no pueden ni podrán jamás cambiar el paradigma. La prueba está en que la gran mayoría de personas que las apoyan no son veganas y ven el veganismo como «otra cosa muy diferente».

Y tienen razón: el veganismo no es rechazar una/algunas forma de explotación animal «por cómo tratan al animal».

Es todo lo contrario.

El veganismo es rechazar todas las formas de explotación animal, *independientemente de cómo se trate al animal*.

El veganismo es entender que los animales no nos pertenecen y debemos dejar de decidir sobre sus vidas. Entender que no son «propiedad» del ser humano y jamás debimos haberlos tratado como simples «recursos».

No son recursos.
No son nuestros.
Todo uso animal es injusto.
Estamos moralmente obligadas/os hoy a dejar de participar en su directa explotación.

Los animales necesitan veganismo y nada menos que veganismo.

Por favor, si no eres vegana/o, hazte vegana/o. El veganismo es un mínimo de respeto hacia los animales, no un máximo.

Si ya lo eres, promueve el veganismo como base moral. Nunca promuevas nada menos que veganismo.