PETA y Temple Grandin

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En 2004, PETA dió el premio de «visionaria» a la diseñadora de mataderos Temple Grandin.

Grandin dice que construye «escaleras hacia el cielo» para los animales.

Que una persona diga algo así ya es suficientemente terrible como para que después aparezcan «animalistas» aplaudiéndole, dándole las gracias e incluso dándole premios (!) por sus técnicas «pioneras» de matar animales.

Esto sería como un grupo de defensa de los «derechos humanos» que da premios a la industria armamentística por sus «pioneras» bombas y fusiles, gracias a las cuales las personas a las que matan suben una «escalera hacia el cielo».

Es decir: un disparate.

Es un disparate cuando hablamos de humanos y es un disparate cuando hablamos de no humanos.

Las ONGs que promueven la «explotación feliz» (esto es: todas las grandes) confunden a la población sobre la moralidad del uso de animales y hacen del «movimiento animalista» el movimiento de la confusión de valores y principios.

Los animales no están en el planeta para servirnos. No están aquí para ser de utilidad al ser humano y tenemos la obligación moral de dejar de tratarlos como si así fuera. Tenemos la obligación moral de dejar de participar en su directa explotación.

No necesitamos ONGs para promover el respeto por todos los animales.

Necesitamos nuestras ganas de justicia y nuestra energía para no dejar de repetir cada día alto y claro que nada menos que veganismo es suficiente y que ningún uso de los animales está justificado.