Bienestar y derechos: la «división»

No dejo de sorprenderme cada vez que alguien dice que quienes promovemos el veganismo y nada menos que veganismo somos «divisivos».

Divisivo viene de dividir, de separar, de coger un todo y partirlo en diferentes partes.

En primer lugar, no sé a quién o qué se supone que estamos dividiendo. Los derechos de los animales y el bienestar animal ya están divididos desde un inicio tanto a nivel teórico como a nivel práctico.

Por otro lado, me sorprende que cuestionar las campañas monotemáticas y las campañas de reforma de la explotación animal pueda ser visto como «divisivo».

Si hay algo que se esté intentando dividir, es justamente el movimiento abolicionista. Existen muchos intereses que hacen que se quiera tachar de «extremistas» a quienes promueven el fin de la explotación animal.

Y una de las mejores tácticas para que el veganismo no evolucione, es justamente esa: dividir su mensaje en tantas partes que pierda toda su fuerza.

¿Y qué mejor que las campañas monotemáticas para hacerlo?

Puedes hacer una campaña monotemática diferente cada año/mes: abrigos de visón, foiegras, peleas de perros, carne de perro, los circos, los zoológicos, la carne, la vivisección… años y años, y no acabarás nunca. Por muchas monotemáticas que hagas, dado que estás dando vueltas sin ir a la raíz del problema, jamás acabarás con el problema ni conseguirás que la gente se haga vegana. (Por poner un ejemplo: las campañas contra los abrigos de visón. Más de 40 años activas y no sólo no ha bajado el consumo de abrigos de visón, sino que ha aumentado.)

«Yo no soy vegana, pero no voy a los toros.»
«Yo no soy vegana, pero lo de Yulin me parece terrible.»
«Estoy en contra de los zoológicos, pero ¿ser vegana? eso es algo totalmente diferente.»

Es decir: puedes estar a favor de 50mil campañas monotemáticas, pero eso no implica que entiendas el veganismo. Lo cual no es extraño, puesto que las campañas monotemáticas no son campañas veganas.

Es cierto: el veganismo es algo «totalmente diferente».

Es respetar a todos los animales, no sólo a «algunos» o sólo «bajo ciertas circunstancias». El veganismo es considerar que los animales no deberían ser «propiedad» del ser humano y que deberíamos dejar de utilizarlos como si fuesen recursos: independientemente de cómo los tratemos/utilicemos.

Así pues, en lugar de estar todos unidos con un mensaje claro y contundente como es el veganismo, desde las ONGS se promueve la idea (explícitamente, además) de que «la población no está preparada para entender el veganismo» y, bajo esta elitista excusa, promueven miles de campañas monotemáticas y bienestaristas que resultan ser económicamente muy interesantes, pero que nos alejan de la abolición.

Si hay algo «divisivo» para el movimiento abolicionista y perjudicial para los animales son las campañas monotemáticas.
Si hay algo «divisivo» para el movimiento abolicionista y perjudicial para los animales es la idea de que «regular la explotación animal es algo positivo para los animales».

Creo firmemente que deberíamos dejar de enviar miles de mensajes contradictorios y diferentes y centrarnos en una sola cosa: el veganismo. El veganismo se basa en una idea muy sencilla: respeto por todos los animales. Tan simple y justo como parece.

Los derechos de los animales y la defensa de la explotación feliz ya están profundamente separados. La única intención que tenemos quienes lo exponemos es animar a quien esté del otro lado a que se una al movimiento abolicionista, que se una al movimiento que no pide «caridad» para los animales, sino justicia.

Nada menos que veganismo es justo para los animales.

Rechacemos las campañas monotemáticas y bienestaristas. 
Cambiemos de rumbo y dirijámonos, de una vez por todas, hacia los derechos de los animales. 
Dirijámonos hacia la abolición promoviendo el veganismo.

Cristina Kuypers