Alimentación

Sin lugar a dudas, la forma de explotación de animales más normalizada es el uso de animales para alimentación.

A lo largo y ancho del mundo, miles de millones de ellos son usados y matados cada año para el consumo de leche, queso, huevos, carne, pescado y miel.

Contrariamente a lo que muchas personas opinan, no necesitamos consumir productos de origen animal para tener una dieta saludable. Como podéis ver en este enlace, las organizaciones mundiales de salud más reconocidas defienden que ser vegano no sólo es saludable, sino que incluso puede tener beneficios para nuestra salud.

Sin embargo, estos beneficios que podemos obtener al dar el paso al veganismo y adoptar una dieta vegana no son las razones que justifican o exigen el rechazo a los productos de origen animal. Son, simplemente, un beneficio. La razón para rechazar los productos de origen animal y la explotación animal en general es que los animales no pertenecen al ser humano y debemos dejar de usarlos como si fuesen mercancías o productos.

Dado que no necesitamos consumir productos de origen animal para sobrevivir, quitarles la vida y usarlos para alimentación no está justificado y atenta contra sus derechos más fundamentales.

Así pues, las personas veganas no consumen nada que provenga de los animales y siguen una alimentación vegana.

Los Derechos de los Animales defienden que dejar de cosificar, mercantilizar y explotar a los animales adoptando el veganismo es el primer paso, y no el último, en nuestra defensa de los animales y un requisito indispensable para ello.

Comer animales y derivados es incompatible con los Derechos de los Animales.
Lo mínimo que debemos hacer por los animales es ser veganos.


Hazte vegano. Promueve el veganismo.